Puente del Gard

El Puente del Gard, un edificio antiguo impresionante

El Puente del Grad representa una obra audaz. Conducía las aguas de Uzès a Nimes a lo largo de 50 km. La pendiente total del acueducto es la más pequeña de todos los acueductos romanos, con una media de 24 cm/km.

Durante los 15 años de su construcción, en el siglo I de nuestra era, ingenieros, capataces y obreros se turnaron para llevar a cabo este formidable proyecto que proporcionaría agua corriente a Nimes durante cinco siglos. De hecho, la colonia augustea, muy al tanto de las costumbres romanas, había construido fuentes, termas y jardines, además de industrias bataneras y actividades que requerían un gran caudal de agua (alrededor de 35 000 m3 diarios). Por sí sola, la fuente de la Fontaine no permitía cubrir todos los necesidades.

Tres puentes superpuestos

El Puente del Gard es la parte más famosa de todo este conjunto, y uno de los vestigios más preciados de la Antigüedad. Cuenta con tres puentes superpuestos, que tienen sucesivamente 6, 11 y 35 arcadas, y su arco central pulveriza el récord de la época con sus 24,50 m de abertura.
Todavía hoy, los visitantes se congregan para contemplar este monumento encastrado entre la vegetación exuberante. Al pie de él, bajo sus sombra majestuosa, las familias acostumbran a relajarse y bañarse.