La exposición

Los orígenes de la guerra de Troya

Para castigar a la humanidad por sus pecados y reducir la población de la Tierra, Zeus, señor del Olimpo, planificó con su consejera Temis, diosa de la justicia, la voluntad y la ley eterna, los acontecimientos que desencadenarían la guerra de Troya.

Basados en hechos históricos reales, los relatos épicos de la guerra de Troya remiten, sin embargo, a una época legendaria pasada en la que los dioses convivían con los hombres y los héroes en el mismo mundo.

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Para la más bella

Los dioses Zeus y Poseidón cortejaron a la nereida Tetis, una importante divinidad marina. Cuando un oráculo predijo que daría a luz a un hijo que superaría a su padre, Zeus renunció a Tetis y la casó, contra su voluntad, con el rey mortal Peleo. Las magníficas nupcias se celebraron en el monte Pelión y los dioses aportaron numerosos regalos a los jóvenes esposos. Eris, la diosa de la discordia, furiosa por no haber sido invitada, quiso vengarse. Perturbó el banquete al lanzar una manzana de oro con la inscripción «para las más bella». Las diosas Hera, Atenea y Afrodita reclamaron el título, pero Zeus se negó a escoger entre las tres. Este pidió a Hermes, el mensajero de los dioses, que las condujera hasta Paris, en el monte Ida (Asia menor, actual Turquía), para que decidiese cuál de las diosas era la más hermosa. Paris era, a su vez, considerado el hombre más bello y con el corazón más puro.

Vénus anadyomène - Cécile Carrier, Musée de la Romanité / Ville de Nîmes

La elección de Paris

Paris era uno de los hijos de Príamo, rey de Troya, y de su mujer, Hécuba. Poco antes del nacimiento de Paris, Hécuba soñó que traía al mundo una antorcha que incendiaba la ciudad de Troya. Este sueño anunciaba que el niño que iba a nacer causaría la ruina de la ciudad. Cuando dio a luz, abandonó al niño en el monte Ida, donde fue recogido por un pastor que lo crio. Un día, mientras Paris vigilaba al rebaño en el monte Ida, se le aparecieron Atenea, Hera y Afrodita acompañadas de Hermes. De acuerdo con los deseos de Zeus, debía mediar en su disputa. Para ganar, Atenea le prometió sabiduría y victoria, Hera la dominación de toda Asia menor y Afrodita el amor de Helena, la mujer más bella del mundo. Al elegir a Helena y arrebatársela a su marido, Menelao, rey de Esparta, Paris provocó la guerra de Troya.

Médaillon de tunique copte - Irwin Leullier / Musée de Picardie

Aquiles, génesis de un héroe

 

El nacimiento de Aquiles

Siete hijos nacieron de la unión de Peleo, un humano, y de la diosa Tetis. Al querer convertirlos en inmortales, Tetis les aplicó un tratamiento que los mató. Solo sobrevivió el último: Aquiles. Hay dos versiones diferentes que explican el intento de Tetis de eliminar la parte humana de su hijo. En una, lo expone al fuego. Aquiles fue salvado por su padre y el fuego solo alcanzó el hueso del pie derecho. El centauro Quirón, protector de Peleo y famoso por sus conocimientos en medicina, reemplazó ese hueso por el del gigante Dámiso, conocido en vida por sus dotes de corredor. Esta herencia explicaría la aptitud característica de Aquiles para correr y su legendaria velocidad. En la segunda versión, Tetis sumerge a su hijo en las aguas del Estigia, el río de los infiernos, que tiene la propiedad de hacer invencibles a los que se bañan en él. El talón derecho, por el que Tetis sujetaba a su hijo, fue la única parte que no tocó el agua y que se convertiría en el único punto débil de Aquiles.

 

Quirón, la educación de Aquiles

Aquiles encarna el héroe perfecto: guapo, excelente luchador, impasible al miedo. Dominaba el arte de la lira y del canto y sus melodías calmaban sus preocupaciones y las de sus compañeros. De carácter violento y sombrío, amaba la gloria. No obstante, podía mostrarse hospitalario, incluso con sus enemigos, y era un amigo fiel. Según las versiones del mito, fue criado por su madre o por el centauro Quirón en su gruta del monte Pelión, con su compañero Patroclo. Quirón le enseñó el arte de la caza y de la guerra, el arte de la música, la moral y la medicina. Su educación contribuyó a forjar sus aptitudes físicas, sus conocimientos y sus valores morales. Esta educación respondía al antiguo concepto de paideia. Este sistema educativo, basado en la adquisición de saberes literarios, poéticos, científicos y en la práctica musical y deportiva pretendía formar ciudadanos con una moral perfecta y una cultura excelente, capaces de defender las leyes de la ciudad y de convivir.

 

Aquiles en Esciros

Según la predicción del adivino Calcas, solo la participación de Aquiles en la guerra de Troya llevaría a los griegos a la victoria, pero sería la causa de su muerte. Su madre, Tetis, decidió salvar a su hijo de este destino enviándolo, siendo aún un niño, a vivir a la corte del rey Licomedes, en la isla de Esciros. Oculto entre las hijas del rey, Aquiles pasó allí muchos años bajo el nombre de Pirra (la pelirroja). De su unión con Deidamía, una de las hijas del rey, nació su hijo Neoptólemo (Pirro). Los griegos, que conocían la profecía, enviaron a Ulises y a Diomedes a Esciros para encontrar a Aquiles y convencerlo para que participase en el conflicto que estaba por llegar. Ulises empleó su famosa artimaña para desenmascararlo: ofreció al rey una desbordante cesta con objetos para sus hijas, en la que también había ocultado armas. Cuando Ulises hizo sonar la trompeta de guerra, Aquiles siguió su instinto y se precipitó sobre las armas, desvelando así su verdadera identidad.

  • Le Styx – Anna Maria Riccobono pour Territorium.io
    Le Styx – Anna Maria Riccobono pour Territorium.io
  • Achille et Chiron – Anna Maria Riccobono pour Territorium.io
    Achille et Chiron – Anna Maria Riccobono pour Territorium.io
  • Mosaique d’Achille à Skyros – Musée de la Romanité / Ville de Nîmes
    Mosaique d’Achille à Skyros – Musée de la Romanité / Ville de Nîmes

Aquiles y la guerra de Troya

La elección de las armas

En Esciros, Tetis anunció a Aquiles la elección de su destino: luchar en la guerra de Troya y morir joven o negarse a combatir y vivir muchos años. A pesar de los intentos de su madre por protegerlo, eligió su destino. Frente a una vida longeva y feliz, pero sin fama ni esplendor, prefirió una muerte precoz que le otorgó gloria eterna. Así pues, se unió a las filas del ejército griego. Esta decisión marcó el inicio de la última etapa de su vida: tras una infancia estudiosa y apacible con Quirón y una adolescencia bajo la protección del gineceo (lugar reservado a las mujeres) de Licomedes, se presentó ante él la edad adulta y el mundo de la guerra. Aquiles se distinguió en la batalla y lideró al ejército griego con su valor y coraje. Era el mejor guerrero de todos y nadie en la Tierra se igualaba a él. Así se forjó la imagen y la reputación de Aquiles: el héroe por excelencia y el modelo absoluto de virilidad.

Buste cuirassé - Stéphane Ramillon / Ville de Nîmes

Los dioses toman partido

La guerra que enfrentaba a griegos y troyanos también dividió a los dioses. A pesar de la orden de Zeus de no intervenir, guiaban constantemente las acciones humanas y favorecían a uno u otro bando. Hera y Atenea, heridas por la decisión de Paris, apoyaban con ferocidad a los griegos. Tetis intentaba proteger a su hijo. Hefesto, fiel a Tetis, forjó las nuevas armas de Aquiles. Apolo, fundador de las murallas de Troya, era el protector de la ciudad. Instigador de la peste que asoló el campamento griego, dirigió la flecha que mató a Aquiles. Su hermana gemela, Artemisa, decidió ponerse de su lado. Afrodita protegía el idilio de Paris y Helena, mientras que Poseidón y Ares cambiaban de un bando a otro. Zeus, el dios supremo, se negó a pronunciarse y condenó y apoyó ambos bandos por igual. No quería dar ventaja a ninguno de sus hijos, a su hermano ni a su hermana-esposa. En el duelo entre Aquiles y Héctor (heredero del trono de Troya), se ciñó a la balanza del destino que decidiría su suerte.

Drachme à l’effigie de Zeus (Jupiter) - Nîmes, Musée de la Romanité

Aquiles, el héroe de la guerra de Troya

Aquiles se opuso con violencia a Agamenón, el rey más poderoso de todos y jefe supremo de la coalición griega, y desafió su autoridad. Ofendido por haber sido desposeído de Briseida, su trofeo de guerra, Aquiles se retiró del combate. A ello se sucedió un largo periodo de fracasos para el ejército griego. A pesar de la promesa de obtener una recompensa extraordinaria, Aquiles se negó a luchar. Para volver a motivar al ejército, su compañero Patroclo se vistió con la armadura de Aquiles para hacerse pasar por él. El ardid funcionó hasta que Héctor, hijo de Príamo, lo mató. Enloquecido por el dolor, Aquiles retomó la lucha y mató a Héctor. Como venganza, arrastró su cadáver frente a Troya, pero aceptó devolvérselo a Príamo, que acudió a suplicárselo. En su último combate, obligó a los troyanos a retirarse hacia su ciudad, pero la flecha que disparó Paris, guiada por Apolo, alcanzó su único punto débil: el talón. La herida acabó con Aquiles, que no llegó a ver la toma de Troya. Se libró una batalla por su cuerpo, que Áyax el Grande consiguió recuperar.

Oenochoe combat Achille et Hector - Serge Oboukhoff © BnF-CNRS-MSH Mondes

16 obras principales

  • Dracma con la efigie de Zeus (Júpiter)

    Dracma con la efigie de Zeus (Júpiter)

    196-146 a. de J. C. – Plata                                       
    Origen desconocido – Nimes, museo de la Romanité

    El dracma es una moneda de plata de la Grecia antigua. La que vemos en la exposición representa a Zeus (Júpiter), el rey de los dioses griegos. Aparece de perfil, con una corona de laurel sobre el pelo ondulado y a media melena. Esta moneda fue acuñada en la ciudad de Larisa, en Tesalia, entre 196 y 146 a. de J. C.

    La historia que cuenta

    Zeus es el origen de la guerra de Troya. De acuerdo con Temis, la diosa de la justicia, decide desencadenar una guerra entre los griegos y los troyanos, tal vez para castigar a los hombres, que se habían vuelto muy numerosos y arrogantes. Eris, la diosa de la discordia, servirá a este plan divino. Durante la boda de Peleo y de Tetis (los futuros padres de Aquiles), a la que no fue invitada, sembró cizaña entre las diosas Hera, Atenea y Afrodita: tiró a sus pies una manzana de oro destinada «para la más bella».

    Photo © Ville de Nîmes / Musée de la Romanité

  • Medallón de túnica copta

    Medallón de túnica copta

    Siglos V -VI d. de J. C. – Lino y lana, lienzo y tapicería
    ¿Antinoópolis? – Amiens, museo de Picardía

    Este fragmento de túnica (¿?) de lino y de lana representa el juicio de Paris. Data de los siglos V – VI d. de J. C. y es posible que provenga de la ciudad de Antinoópolis, en Egipto. Seis figuras se disponen en dos niveles superpuestos: arriba aparecen Zeus (Júpiter) sentado en un trono, rodeado de Paris y de Hermes; abajo, Hera (Juno), Afrodita (Venus) y Atenea (Minerva).

    La historia que cuenta

    Tras la provocación de Eris, cada diosa anhela la manzana destinada a «la más bella». Pero Zeus se niega a elegir, por miedo a ganarse la enemistad de las perdedoras. Así pues, deja la elección en manos de Paris, un joven pastor que lleva a pastar a sus ovejas al monte Ida, cerca de la rica y poderosa ciudad de Troya.  Hermes, el dios mensajero, conduce a las diosas hasta el joven. Paris, que es en realidad uno de los hijos de Príamo, rey de Troya, escoge a Afrodita. Si la designaba ganadora, esta última había prometido entregarle el amor de la mujer más hermosa del mundo.

    Photo © Alyx Taounza-Jeminet, Licence Ouverte via Wikimedia Commons

  • Venus de Nimes

    Venus de Nimes

    Léopold Mérignargues – Siglos XIX – XX
    Yeso – Nimes, museo de Bellas Artes, préstamo de la familia Mérignargues

    Esta estatua representa a la diosa Afrodita (Venus) saliendo del baño: está desnuda y sujeta su manto alrededor de la cintura. Es una copia de época moderna, en yeso, de una estatua romana descubierta en Nimes en 1873. Está realizada por el escultor nimeño Léopold Mérignargues (1843-1916).

    La historia que cuenta

    Afrodita es la diosa de la belleza, el amor y la pasión. Durante las nupcias de Peleo y de Tetis, Eris, la diosa de la discordia, la hizo competir con Hera y Atenea al lanzar una manzana de oro con la inscripción «para la más bella». Todos los dioses presentes en la boda y ella misma están convencidos de que la manzana le corresponde por derecho, pero Atenea y Hera también reivindican el título. Será tarea de Paris, el hijo de Príamo, rey de Troya, decidir. El joven elige a Afrodita y su decisión tendrá funestas consecuencias.

    Photo © Cécile Carrier, Musée de la Romanité / Ville de Nîmes

  • Ánfora que representa a Helena entre Aquiles y Héctor

    Ánfora que representa a Helena entre Aquiles y Héctor

    520-510 a. de J. C. – Terracota
    Origen desconocido -Burdeos, museo de Aquitania

    Esta ánfora ática de figuras negras representa a tres protagonistas de la guerra de Troya: Helena, la mujer por la que se declaró la guerra, Aquiles, el guerrero griego más fuerte, y Héctor, el guerrero troyano más fuerte. Data de finales del siglo VI a. de J. C.

    La historia que cuenta

    La mujer más hermosa del mundo, que Afrodita prometió a Paris, resulta ser Helena, la esposa de Menelao, rey de Esparta. Príamo, rey de Troya, envió a su hijo Paris en embajada a Esparta. El joven fue recibido en la corte de Menelao con todos los honores, donde vio a Helena y se enamoró al instante. Gracias a la intervención de Afrodita, que debía respetar la promesa que hizo a Paris, Helena también se enamora del príncipe troyano y decide seguirlo. Aprovechando la ausencia de Menelao, Paris y Helena parten juntos a Troya. Cuando el rey descubre que su esposa ha huido, recurre a su hermano Agamenón, rey de Micenas y carismático líder de los reyes griegos. Deciden unir a todas las fuerzas griegas para ir a recuperar a Helena a Troya.

    Photo © Mairie de Bordeaux, Musée d’Aquitaine, photo L. Gauthier

  • Hidria con Aquiles y Áyax jugando a los dados o a las tabas

    Hydrie représentant Achille et Ajax jouant aux dés ou aux astragales

    510 a. de J. C. – Terracota
    Origen desconocido – Nimes, museo de la Romanité

    Esta hidria (jarrón para transportar agua) ática de figuras negras representa una escena de juego. Los protagonistas son Aquiles (a la izquierda) y Áyax (a la derecha). Ambos héroes juegan bajo la mirada de la diosa Atenea (Minerva). Este jarrón data de finales del siglo VI a. de J. C.

    La historia que cuenta

    Este episodio no se cuenta en la Ilíada ni en otras fuentes literarias del ciclo troyano. Solo lo conocemos gracias a las representaciones en jarrones áticos de figuras negras. Los dos héroes están jugando a los dados o a las tabas (astrágalos). Se han propuesto varias hipótesis: la escena podría ilustrar un momento de ocio mientras se espera la batalla o un ritual de cleromancia (el arte de leer el futuro) la víspera del combate. En términos generales, podría verse como un «fotograma congelado» que ilustra un pasatiempo de los soldados: durante los nueve primeros años de guerra, hubo mucho tiempo muerto.

    Photo © Stéphane Ramillon / Ville de Nîmes / Musée de la Romanité

  • Sarcófago de Aquiles en Esciros

    Sarcófago de Aquiles en Esciros

    210-220 d. de J. C. – Mármol blanco – Origen desconocido
    París, museo del Louvre, Departamento de Antigüedades griegas, etruscas y romanas
    Obra «MNR» recuperada de los museos nacionales («Musées nationaux récupération»)

    Del mismo modo que el mosaico encontrado en las excavaciones del aparcamiento Jean-Jaurès, este sarcófago con ricos relieves representa la elección de Aquiles. Aquiles, en el centro de la escena, se deshace de sus ropajes femeninos, que le habían permitido mantenerse oculto, y se hace con las armas. Está rodeado de las hijas del rey Licomedes, incluida Deidamía, que intenta retenerlo, y de Ulises y Diomedes. Este sarcófago forma parte de las obras expoliadas durante la Segunda Guerra Mundial. Está a la espera de ser devuelto a sus legítimos propietarios. Data de principios del siglo III d. de J. C.

    La historia que cuenta

    Agamenón encargó a Ulises y a Diomedes encontrar a Aquiles y convencerlo de unirse a la expedición contra Troya. Estos sabían que se escondía en Esciros, pero el ardid de Tetis lo hacía irreconocible (su madre lo vistió de chica). Ulises ideó una artimaña para obligar a Aquiles a descubrirse. Ulises y Diomedes se presentaron en la corte del rey Licomedes con regalos para las hijas de este. Pero entre las ruecas y los husos para las muchachas habían escondido armas. Las hijas del rey se asustaron al verlas, mientras que Aquiles no pudo resistir el deseo de hacerse con ellas. Desenmascarado, elige afrontar su destino y unirse al ejército griego.

    Photo © RMN-Grand Palais (musée du Louvre) / René-Gabriel Ojeda

  • Mosaico de Aquiles en Esciros

    Mosaico de Aquiles en Esciros

    150-200 d. de J. C. – Caliza, mármol, vidrio, terracota
    Nimes (30), avenue Jean-Jaurès, 2007 – Nimes, museo de la Romanité

    Este mosaico fue descubierto en Nimes en 2007 durante una excavación preventiva en la avenida Jean-Jaurès. Los mosaicos de Aquiles y de Penteo decoraban dos amplias salas de recepción de una gran domus (casa urbana). El mosaico de Aquiles representa el momento en el que este es desenmascarado por Ulises y elige abandonar la protección del gineceo (lugar reservado a las mujeres) para afrontar su heroico destino. La escena representada ocupa la parte central de un mosaico que cubría todo el suelo de la gran sala de recepción que decoraba (53 m2). En la exposición solo se presenta una parte del mosaico (36 m2). El mosaico fue «cortado» en varios paneles durante su restauración, principalmente para facilitar su manipulación. Data de la segunda mitad del siglo II a. de J. C.

    La historia que cuenta

    Tetis, la madre de Aquiles, sabía gracias a un oráculo que su hijo estaba destinado a una muerte segura si aceptaba participar en la expedición militar contra Troya. Así que buscó la manera de protegerlo: le hizo cambiar de identidad (vistiéndolo de chica) y lo ocultó en el gineceo de las hijas del rey de Esciros, Licomedes. Pero los griegos sabían que sin Aquiles perderían la guerra contra Troya. Así pues, Ulises y Diomedes se dirigieron a Esciros y, por medio de una artimaña, obligaron a Aquiles a delatarse y a elegir unirse al ejército griego.

    Photo © Ville de Nîmes / Musée de la Romanité

  • Copa con escenas de la vida de Aquiles

    Copa con escenas de la vida de Aquiles

    1100-1125 – Bronce – Origen desconocido
    París, Biblioteca Nacional de Francia, Departamento de Monedas, Medallas y Antigüedades

    Esta copa de bronce está totalmente decorada con escenas figurativas grabadas. Siete imágenes muestran episodios emblemáticos de la juventud de Aquiles. Las armas y los ropajes representados permiten datar la obra a principios del siglo XII y sugieren que se creó en talleres del sur de Italia.

    La historia que cuenta

    Basándose en la Aquileida, un poema escrito por el poeta romano Estacio a finales del siglo I d. C., el artista narra algunos episodios de la vida de Aquiles:

    • su llegada con el centauro Quirón al monte Pelión para completar su educación
    • el traslado por su madre Tetis a la corte del rey de Esciros, Licomedes, para salvarlo de su trágico y heroico destino
    • el descubrimiento por parte de Ulises, que lo llevó a elegir su destino
    • los preparativos para partir a la guerra
    • la petición de mano a Deidamía, hija del rey Licomedes con la que mantiene una relación secreta
    • y, para terminar, la partida en barco hacia la guerra.

    Photo © Bibliothèque nationale de France

  • Enócoe que representa la embajada de Ulises con Aquiles

    Enócoe que representa la embajada de Ulises con Aquiles

    550-500 a. de J. C. – Terracota – Origen desconocido
    París, Biblioteca Nacional de Francia, Departamento de Monedas, Medallas y Antigüedades

    Este enócoe (jarra de vino) ático de figuras negras representa el encuentro entre los dos héroes en la tienda de Aquiles. Ulises está sentado en una silla frente a Aquiles, también sentado y envuelto en su manto. Este jarrón data de la segunda mitad del VI a. de J. C.

    La historia que cuenta

    El décimo año del conflicto, Aquiles se retira del combate tras ser ofendido por Agamenón, que le había arrebatado a Briseida, su esclava y trofeo de guerra. El héroe se quedaba en su tienda y tocaba la lira, pero su ausencia debilitó a los griegos frente a los ataques de los troyanos. La situación se volvió tan crítica que Agamenón decidió enviar una embajada formada por Ulises, Áyax y Fénix para intentar convencer a Aquiles de retomar las armas. Aquí, Ulises aparece hablando con Aquiles, que aparece en actitud postrada y con el ceño fruncido. Este episodio se narra en el canto IX de la Ilíada.

    Photo © Bibliothèque nationale de France

  • Espejo con Tetis armando a Aquiles

    Espejo con Tetis armando a Aquiles

    300 a. de J. C. – Bronce – Origen desconocido
    París, Biblioteca Nacional de Francia, Departamento de Monedas, Medallas y Antigüedades

    Este espejo etrusco tiene una escena grabada que representa a un guerrero armándose. Más concretamente, muestra a la nereida Tetis armando a su hijo Aquiles. Este espejo data del siglo III a. de J. C.

    La historia que cuenta

    Tras la muerte de Patroclo, Aquiles decide retomar el combate: quiere matar a Héctor para vengar a su amigo. Pero los troyanos habían recuperado sus armas del cuerpo de Patroclo. Su madre, Tetis, pide entonces al dios herrero Hefesto (Vulcano) que le fabrique armas nuevas. Las hizo en una noche. Fabrica, en particular, un escudo con decorados excepcionales. Tetis llevó las armas a Aquiles y lo ayudó a vestirlas.

    Photo © Serge Oboukhoff © BnF-CNRS-MSH Mondes

  • Enócoe que representa el combate entre Aquiles y Héctor

    Enócoe que representa el combate entre Aquiles y Héctor

    530-500 a. de J. C. – Terracota – Origen desconocido
    París, Biblioteca Nacional de Francia, Departamento de Monedas, Medallas y Antigüedades

    Este enócoe (jarra de vino) ático de figuras negras representa el combate final entre Aquiles y Héctor. Data de finales del siglo VI a. de J. C.

    La historia que cuenta

    Tras la muerte de Patroclo, Aquiles retoma el combate. Lo mueve la sed de venganza: quiere enfrentarse a Héctor y matarlo para vengar la muerte de Patroclo. Apolo (defensor de Troya) envuelve a Héctor en una nube para protegerlo. Pero el príncipe es engañado por Atenea (que apoya a los griegos), que se hace pasar por su hermano Deífobo y le promete ayuda. Después de una serie de duelos infructuosos, Aquiles se enfrenta finalmente a Héctor. Tras huir de Aquiles rodeando las murallas de Troya para evitar el enfrentamiento, Héctor decide aceptar el combate. Será derrotado por Aquiles.

    Photo © Serge Oboukhoff © BnF-CNRS-MSH Mondes

  • Hidria que representa el funeral de Patroclo

    Hidria que representa el funeral de Patroclo

    520-480 a. de J. C. – Terracota
    Origen desconocido – Nimes, museo de la Romanité

    Esta hidria (jarrón para transportar agua) ática de figuras negras representa los juegos que Aquiles organizó para el funeral de Patroclo. La serpiente hace referencia al mundo de los muertos. Es posible que esta parte se añadiera cuando se restauró el jarrón en el siglo XIX, para evocar este episodio concreto de la Ilíada.  Este jarrón data de finales del siglo VI y principios del V a. de J. C.

    La historia que cuenta

    Tras la embajada con Ulises, Áyax y Fénix, Aquiles sigue negándose a volver al combate. Los griegos se enfrentan cada vez a mayores dificultades y los troyanos consiguen incluso quemar sus barcos. Ante esta situación desesperada, Patroclo, el compañero más querido de Aquiles, le suplica que le deje tomar las armas y acudir en ayuda de los griegos. Los troyanos creerían que sería Aquiles y el miedo les haría retroceder. Aquiles acepta, pero le pide prudencia: hay que asustar a los troyanos, pero no seguirlos hasta sus murallas. Pero Patroclo, en el ardor de la batalla, olvida la promesa que hizo a Aquiles, se acerca a Troya y se enfrenta a Héctor (príncipe heredero de Troya), que lo mata, creyendo haber vencido a Aquiles. Los griegos consiguen llevar de vuelta el cuerpo de Patroclo al campamento, mientras los troyanos se hacen con las armas de Aquiles.

    Photo © Ville de Nîmes / Musée de la Romanité

  • Reproducción del mosaico de Aquiles arrastrando el cuerpo de Héctor

    Reproducción del mosaico de Aquiles arrastrando el cuerpo de Héctor

    1846 – Papel
    Nimes, biblioteca Carré d’Art – Fondo patrimonial, ms. 561 

    En 1846, se descubrió en Nimes un mosaico que representaba los estragos provocados por Aquiles en el cadáver de Héctor. Louis Estève realizó un estudio del mosaico antes de que fuera retirado (es decir, sacado de su lugar de hallazgo), que permitió obtener una reproducción bastante fiel del original. Por desgracia, la mayor parte de la decoración original se destruyó durante el proceso de retirada, que se llevó a cabo con las técnicas disponibles de la época.

    La historia que cuenta

    Después de matar a Héctor, Aquiles se ensaña con su cadáver. Ata por los pies el cuerpo de su enemigo a su carro y lo arrastra alrededor de las murallas de Troya. Príamo y Hécuba, los padres del príncipe, y Andrómaca, su mujer, asisten impotentes a los estragos infligidos al cuerpo del héroe. Varios días después de su muerte, Aquiles sigue arrastrando el cuerpo de Héctor alrededor de la tumba de Patroclo. Sin embargo, Apolo, dios protector de los troyanos, impide que el cuerpo se desintegre.

    Photo © Carré d’art bibliothèque – Ville de Nîmes

  • Ánfora con Áyax portando el cuerpo de Aquiles

    Ánfora con Áyax portando el cuerpo de Aquiles

    530-510 a. de J. C. – Terracota
    Origen desconocido – Toulouse, museo Saint-Raymond

    Esta ánfora ática de figuras negras representa a un guerrero que lleva en brazos a un compañero de batalla muerto. A un lado y otro aparecen un hombre y una mujer. En esta escena se interpreta que Áyax transporta el cuerpo de Aquiles para llevarlo a Tetis y Peleo.

    La historia que cuenta

    Aquiles ha sido derrotado por Paris. Se entabló una batalla por el cuerpo del guerrero y los griegos consiguen llevarlo de vuelta al campamento, así como sus armas. Áyax el Grande, guerrero de extraordinaria fuerza, porta el cuerpo de Aquiles sobre la espalda. Más tarde, se velará el cuerpo durante diecisiete días y diecisiete noches antes de enterrarlo junto a los restos de su compañero Patroclo.

    Photo © Jean-François Peiré, CC BY-SA-NC-ND

  • Sarcófago con el funeral de Héctor

    Sarcófago con el funeral de Héctor

    190-200 d. de J. C. – Mármol blanco – Origen desconocido
    París, museo del Louvre, Departamento de Antigüedades griegas, etruscas y romanas

    Este fragmento de sarcófago narra, con mucho pathos, el momento en el que el cuerpo de Héctor es llevado de vuelta a Troya. El cuerpo del héroe ocupa el centro de la escena. Está rodeado por los miembros de su familia: sus padres, Príamo y Hécuba, su mujer, Andrómaca, su hijo, Astianacte, y su hermana, la profetisa Casandra. Este sarcófago data de finales del siglo II d. de J. C.

    La historia que cuenta

    El comportamiento de Aquiles con el difunto es inaceptable para los dioses, por ello intervienen para que Príamo se presente ante él y le pida que le devuelva el cuerpo de su hijo, para que pueda darle una sepultura digna. Príamo entra en el campamento de los griegos y se presenta en la tienda de Aquiles con riquezas para intercambiar. Aquiles siente piedad ante el sufrimiento de este hombre, pero también respeto, pues ha arriesgado su vida al adentrarse en el campamento enemigo. Así que le devuelve el cuerpo de Héctor.

    Photo © RMN-Grand Palais (musée du Louvre) / image RMN-GP

  • Fragmento de jarrón con Paris hiriendo a Aquiles en el talón

    Fragmento de jarrón con Paris hiriendo a Aquiles en el talón

    En torno al 550 a. de J. C. – Terracota
    Origen desconocido – Toulouse, museo Saint-Raymond

    Este fragmento de jarrón ático de figuras negras presenta una escena de combate que se ha interpretado como el momento en que Paris hiere a Aquiles en el talón. Este jarrón data de mediados del siglo VI a. de J. C.

    La historia que cuenta

    Aquiles es hijo de Peleo, un mortal, y de la diosa Tetis. Tras su nacimiento, su madre intenta convertirlo en invencible y por ello lo sumerge en las aguas del Estigia, el río de los infiernos. Para ello, lo sostiene del pie: el talón derecho del niño es la única parte que no sumerge. Será el único punto débil de Aquiles. Tras la muerte de su hermano Héctor, Paris mata a Aquiles al dispararle en el talón con una flecha guiada por el dios Apolo. Existen varias versiones: una en la que Paris apunta a Aquiles desde lo alto de las murallas de Troya; y otra en la que lo hiere con una lanza en el campo de batalla. Esta última es la que aparece representada en este jarrón.

    Photo © Alyx Taounza-Jeminet, Licence Ouverte via Wikimedia Commons

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